Los reyes de Baraja

Esto era una reino que tenía cuatro reyes: el de espadas, el de bastos, el de oros y el de copas. Se llamaba Baraja.

En cierta ocasión, dijo el rey de espadas:

-Yo debo ser el único rey, porque tengo espada y os puedo matar.

-Calla o te arreo con mi enorme porra -replicó el rey de bastos, con cara de pocos amigos.

-¿Y que creeis? ¿Que la copa de ganador me la han dado a mi en la tómbola o porque sí? Gano en todo, así que no me pongáis a preuba -terció el rey de copas.

-El dinero mata mata más que una espada, hace más daño que cualquier porra y compra los trofeos o copas que quiere. Así que decidme, ¿quién manda de veras aquí? -preguntó, despectivo, el rey de oros.

Y los otros tres reyes, con cara de fastidio, le dijeron «amén»; o sea, que era él quien tenía razón.