La lección

asambleafUn día la señora maestra llegó a clase y dijo:
-Que levante el dedo quién se sepa la lección.
Un niño preguntó:
-¿Qué lección?
-La que toca -respondió la maestra.
-¿Qué dedo? -preguntó una niña.
-Da igual -respondió la maestra, un poco irritada.
El más gamberro de la clase se descalzó, se quitó el calcetín y alzó el dedo gordo de su pie derecho.
-¿Tú te sabes la lección?
El gamberro bajó de inmediato el pie.
-¡Uy! Me había olvidado de la pregunta.
La maestra lo suspendió. ¡Menuda injusticia! Porque ella sí que acababa de aprender una lección. Al día siguiente lo demostró, al decir:
-Que levante el dedo DE UNA MANO quién se sepa la lección.

El buen y el mal profe

Esto era un profesor de inglés que no tenía ni idea de inglés.

-A ver, niños. Abrid el libro por la página 10 y aprendedlo todo bien porque el examen será escribir la página 10.

Los niños se aprendieron la página 10, la pusieron en el examen y todos recibieron un 10.

-¡Qué gran profesor de inglés! -decían todos los papás.

En el mismo colegio había un profesor de Literatura.

-Niños, no abráis el libro de esta asignatura jamás. Prefiero que leáis.

-¿Qué leamos qué?

-Lo que queráis.

El profesor no los examinó. Solo les puso nota, tras escuchar lo que habían leído y cómo lo resumían o contaban. A unos les puso diez, a otros cero y a otros cinco.

Los padres se reunieron:

-Este profesor es un inútil. No enseña nada.

Y lo echaron. Y lo que es mucho peor: este minicuento tiene poco de fantástico.