EL FANTASMA PUPAS

Esto era una vez un fantasma muy joven, de apenas 103 años. Vivía en un castillo ruinoso pero muy chulo. Hasta que un día lo echaron de allí, se quedó sin casa y tuvo que buscarse la vida. Descubrió entonces que no sabía asustar. Y no solo eso: cada vez que intentaba aterrorizar a alguien, solo conseguía arrancarle carcajadas…

Bueno, después de mi semana de fantasmas, llegamos al final con este nuevo fantasma que no cabe en un minicuento. Es tan largo como divertido. Por eso lo he metido en un libro electrónico o ebook, que ya está a la venta por menos de un euro y medio o su equivalente en otras monedas.

Y para que nos quejéis he añadido otros dos cuentos más, que también os harán sonreír:  «Juanito, El tórtola» y «Besos de Regaliz».

Lo podéis comprar en Amazón. es, en Amazón.com o restantes lugares de esta librería universal.

Triunfo

Esto era una niña de Jerez de la Frontera, España, que dijo un día:

-¡Mamá, voy a triunfar!

-¿En qué, hija mía?

-¡En el mundo de la copla!

La madre dio un suspiro de resignación.

-¡Ah, bueno! ¡En un mundo imaginario…! Pues mientras estés en este, sigue estudiando o no vuelves a salir.

 

 

 

El buen y el mal profe

Esto era un profesor de inglés que no tenía ni idea de inglés.

-A ver, niños. Abrid el libro por la página 10 y aprendedlo todo bien porque el examen será escribir la página 10.

Los niños se aprendieron la página 10, la pusieron en el examen y todos recibieron un 10.

-¡Qué gran profesor de inglés! -decían todos los papás.

En el mismo colegio había un profesor de Literatura.

-Niños, no abráis el libro de esta asignatura jamás. Prefiero que leáis.

-¿Qué leamos qué?

-Lo que queráis.

El profesor no los examinó. Solo les puso nota, tras escuchar lo que habían leído y cómo lo resumían o contaban. A unos les puso diez, a otros cero y a otros cinco.

Los padres se reunieron:

-Este profesor es un inútil. No enseña nada.

Y lo echaron. Y lo que es mucho peor: este minicuento tiene poco de fantástico.

Los reyes de Baraja

Esto era una reino que tenía cuatro reyes: el de espadas, el de bastos, el de oros y el de copas. Se llamaba Baraja.

En cierta ocasión, dijo el rey de espadas:

-Yo debo ser el único rey, porque tengo espada y os puedo matar.

-Calla o te arreo con mi enorme porra -replicó el rey de bastos, con cara de pocos amigos.

-¿Y que creeis? ¿Que la copa de ganador me la han dado a mi en la tómbola o porque sí? Gano en todo, así que no me pongáis a preuba -terció el rey de copas.

-El dinero mata mata más que una espada, hace más daño que cualquier porra y compra los trofeos o copas que quiere. Así que decidme, ¿quién manda de veras aquí? -preguntó, despectivo, el rey de oros.

Y los otros tres reyes, con cara de fastidio, le dijeron «amén»; o sea, que era él quien tenía razón.

La mujer trabajadora

El vago del marido le dijo un día a la esposa trabajadora:

-Deja de limpiar, mujer, y siéntate conmigo a ver el fútbol y disfrutar de la vida.

-Sí, cariño -dijo ella.

Y se sentó a su lado, ante la tele y el partido de fútbol.

Cuatro horas después, dijo el vago del marido.

-Tengo hambre.

Y ella le respondió:

-Yo, también. Vete a la cocina y haz algo, mientras yo disfruto de la vida y acabo de ver el partido de fútbol.

(La escena posterior ha sido censurada, por violenta)

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NOTA: Dedicado a todas las mujeres, en el Día de la Mujer Trabajadora.

La princesa adolescente

Esto era una princesa que, en plena adolescencia, dijo a sus padres que quería ser príncipe.

-Pero, hija, eso no es posible -le dijo su padre.

-Pero, hija, eso ni siquiera es deseable -le dijo su madre.

-¿Por qué? -preguntó la princesa.

Su padre le contestó:

-Porque si fuera posible, yo me hubiera cambiado a reina. El de rey es un oficio terrible que nunca quise ejercer.

Su madre le respondió:

-Ya has oído a tu padre. Pudiendo ser chica, ¿quién diablos a querer ser otra cosa?

La princesa, muy contrariada, exclamó

-¡Vaya dos! ¡No hay quien os entienda!

Y colorín, colorado, se fue dando un portazo.

Dos osos

osos-bailando.jpgEsto era un oso de peluche que soñaba con ser un oso de verdad. Y un oso de verdad que soñaba con ser de peluche. Ambos tenía sus buenas razones, ya que nada hay más frustrante que ser solo lo que uno es.

¿O no te pasa lo mismo a ti?

El poder (dedicado a Gallardón)

carona01.gifAnte la cercanía de su muerte, un rey mandó llamar a sus tres hijos.

-Solo uno de vosotros me puede heredar. Puede hacerlo el mayor, por tener más edad. Puede ser el segundo, por ser el más sensato. O quizá deba ser el tercero, por ser el más inteligente. Pero antes de tomar mi decisión, quiero saber lo que pensáis.

El más pequeño, inteligente como era, se puso a meditar sobre el aparente enigma. El del medio, con su habitual sensatez, consideró que no convenía precipitarse en la respuesta. El mayor, carente de inteligencia y de sensatez, desenvainó la espada y mató a los dos.

-¿Cuál era la pregunta? -preguntó después a su padre.

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(Final corregido y mejorado, siguiendo la sugerencia de Teresa y otros)