El ciempiés y la política

Un humilde cien pies se encontró un día con el presidente de su país:

-¿En qué consiste su oficio?

-En quitar para repartir –respondió el político-. A usted, por ejemplo, ¿le hacen falta acaso tantos pies?

-Pues…

Y el presidente ordenó que le quitaran 50. Después mandó que se los pusieran a otro cien pies.

-Pero, oiga –protestó el amputado-, póngaselos a quienes no tienen ninguno, como las serpientes. Y no a quienes tiene tantos pies como tenía yo.

-¡Qué sabrá usted de política!

Y tan ancho que se quedó.