El muñeco de nieve

Además de los pastores, hubo un muñeco de nieve que también vio la Estrella.

-¡Oh, ha nacido el Rey de Reyes! He ir a adorarlo.

Pero como no podía andar ni disponía de camello,  el muñeco se echó a rodar en dirección a Belén. Se fue haciendo una bola cada vez más grande. Al llegar a Belén, un vigilante dio la voz de alarma:

-¡Que viene un alud!

El alud, es decir la enorme bola, es decir el muñeco de nieve, chocó contra la muralla de Belén y se deshizo. Por eso nunca se ha sabido nada de quien vio la estrella anunciadora mucho antes que los Reyes Magos.

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