Esto era un rey que no se conformaba con serlo.
-¡Pero si eres lo más! ¿Qué más quieres?
-Quiero vivir como un rey. Con dinero a raudales y un enorme tesoro.
-Vaya. ¿Y algo más?
-Ser cazador de elefantes y grandes fieras.
-Vaya. ¿Algo más?
-Campeón de regatas en yate.
-¿Algo más?
-Tener un harén, con muchas esposas.
-Bien. Pues no se hable más. Consultemos al pueblo.
Consultado el pueblo, el rey que no se conformaba con serlo perdió la corona y se le indicó la puerta de salida.
-¡Jo! ¡No es justo! –protestó.
-Cierto. No hay nada más injusto que un rey en una democracia. ¡Y si encima nos sale avaricioso, cruel, superficial y machista, pues colorín, colorete; agarra la maleta y vete!
Genial! Y me suena conocido….no sé…