Esto eran unos gusanos de la seda que se pasaba el día comiendo hojas de morera.
-Oye, ¿y cuál será el sentido de la vida? -preguntó en cierta ocasión el más inquieto de todos.
-Comer hojas de morera -aseguró el más glotón.
-Fabricar seda -respondió el más práctico.
-La metamorfosis -añadió el más pensativo.
Los demás dejaron de comer y miraron con asombro a este último. Hasta que el más viejo dijo:
-Hablamos de la realidad. ¡Déjate de fantasías!
Y siguieron comiendo hojas de morera.
me encantan tus minicuentos. Son muy estimulantes.
Gracias