Esto era un dragón de cola corta que se encontró con un dragón de cola larga.
-Estás mal hecho. No eres un dragón completo.
Eso le dijo el segundo al primero.
-Tú sí que estás mal hecho. Te han puesto material sobrante.
Eso le soltó el de cola corta al de cola larga. Los dos se enfurecieron. Y fueron en busca de un observador neutral. Se encontraron con una tortuga centenaria.
-Hola, tortuga. ¿Quieres ser el árbitro de nuestra disputa? -le preguntaron.
La tortuga centenaria se encogió de caparazón.
-Bueno. ¿De qué se trata?
-Ese tiene la cola corta y yo la tengo larga. ¿Cuál de los dos crees que está mal hecho?
La tortuga se tomó su tiempo. Y al fin dio su veredicto.
-Los dos. Algo tenéis mal ambos. Pero no es en la cola, sino en el cerebro.
Y se fue con paso lento.
Es que las tortugas centenarias son muy sabias… 🙂
Besos!
Todavía me río con las historia. Está genial!
Muy muy simpático y verdadero¡ gracias.